sábado, 2 de noviembre de 2013

vida en el laberinto

Hace mucho tiempo que dejé de escribir, aunque nunca he sabido muy bien el motivo. Quizás fue porque encontré la forma de desahogarme a través de otras vías, conseguí volver a confiar en la gente, volver a sentirme a gusto con lo que hacía. Ya no sentía esa necesidad de contar algo.

Ahora, muchos años más tarde, vuelvo a tener esas ganas de contar. O más bien necesidad, no lo sé. Siento que he perdido la facilidad de comunicación que siempre me ha caracterizado, a la par que siento estar perdiendo la sensación de pertenecer a algo. Es como si de repente hubiera despertado después de un largo período de hibernación y tocara volver a la realidad. En esa realidad ya no queda nada de aquello que había antes. Empezar es tan complicado, que sientes que la vida es como estar en un laberinto del cual no consigues salir. Una y otra vez te das cuenta de que das andas en círculos. Nadie sabe donde estás y ahí estás, sola.